Y por fin llegamos al verano, las temperaturas suben y el agua se evapora. Los 28 grados se hacen muy difíciles de mantener y hay que ventilar la superficie del agua, lo que provoca que se acelere el proceso de evaporación. Si no lo hiciera, el mercurio podría llegar a marcar los 32 grados, y no hay que descuidarse si no queremos hacer una rica sopa de pescado.
Pues nada, a reponer agua y ojo con los acuarios marinos, que la sal no se evapora.
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